
Sobre Mi
Carmen Clames
Desde velos transparentes, a pueblos de colores, luces imposibles que toman vida con la mano suelta y mente ágil.
Su aprendizaje se enmarca en la experiencia, experimentación y en la pasión por el camino.
Ese camino que recorremos hacia algún lado, a veces mirando sin ver el paisaje, a veces oyendo sin escuchar a quienes caminan junto a nosotros, porque deseamos llegar a ese sitio casi tan desesperadamente que somos amantes de los atajos y adormecemos nuestros sentidos.
En las obras de Carmen por lo contrario, hay camino, no hay miedo de perder un poco el rumbo, ni de distraerse con el movimiento de los árboles, ni de recorrer pueblos perdidos; hay charlas que se recuerdan en cantos de aves que dejan estelas traslúcidas, charlas que corren y crepitan con el agua de los arroyos.
El tiempo es ahora color, y el espacio es su mente. Universo en el que navega con su sentir de timón.